Teniendo esto en mente, Inés de la Cruz y Mariana de la Encarnación se dieron a la lectura de las obras de Santa Teresa y se encendió en ellas el deseo de fundar un convento de carmelitas descalzas, donde pudiesen dar desahogo a sus inclinaciones. Sin embargo, la falta de medios para conseguirlo las detenía totalmente.
Como era costumbre en aquellos tiempos, la voluntad decidida de las dos monjas las hizo saber de un caballero adinerado que vivía en la Ciudad de México llamado Luis de Ribera, quien deseaba fundar en México un convento de monjas carmelitas, y había solicitado que viniese de España una fundación; y si esto no era posible, un Breve Pontificio para fundarlo aquí con las señoritas que quisiesen.
La obra duró 15 años, iniciando en febrero de 1798 y concluyendo en mayo de 1813.
A causa del terremoto del 7 de abril de 1845, la cúpula y gran parte del ábside se derrumbaron, perdiéndose por ello algunas magnificas pinturas de Jimeno. Bajo la dirección del eminente arquitecto don Lorenzo de la Hidalga, la cúpula fue reparada y redecorada en el interior por el renombrado pintor Juan Cordero.
Debido de la aplicación de las Leyes de Reforma en todo el país, el Convento fue cerrado para utilizar sus espacios en el nuevo proyecto de Nación y dar así cabida a la primera Escuela Normal, la Escuela de Odontología y la de Iniciación Universitaria. La exclaustración de las monjas en 1861,debido, a la intervención francesa y el decreto del 26 de febrero de 1863, demostró que había veintidós mujeres en el convento de Santa Teresa la Antigua. Tenía veintiséis fincas cuyo valor ascendía a doscientos veintiún mil pesos que redituaban anualmente a catorce mil y los capitales activos les producían otros mil cuatrocientos. La iglesia quedo clausurada al culto en 1930 y, desde entonces, varios han sido los usos y remodelaciones que ha sufrido el inmueble. Entre sus funciones ha estado la de cuartel militar, Escuela Normal de maestros, Facultad de Odontología y Rectoría de la UNAM y la Universidad de Vasconcelos. Fue utilizado para talleres, bodegas, sala de conciertos. También fue destinado para talleres de imprenta del Diario Oficial, órgano del Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y para el Archivo de la Secretaría de Hacienda. En 1978, Santa Teresa la Antigua es restaurada por la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas (SAHOP), ya que se encontraba en condiciones lamentables.
A partir de 1993 hasta la fecha, alberga el proyecto de cultura del Instituto Nacional de Bellas Artes denominado Ex Teresa Arte Actual. Para este fin, el extemplo ha sido objeto de una amplia readecuación a cargo del arquitecto Luis Vicente Flores, que combina la soberbia arquitectura colonial con la contemporánea, creando un contraste que reafirma la belleza de ambas y otorga al espacio una nueva funcionalidad. Además se considera como un edificio reversible, es decir, en algún momento se podría quitar. Es una estructura que no le causa peso al edificio antiguo, no está recargada sobre el inmueble original sino que tiene su propia estructura.
Con la creación de Ex Teresa Arte Actual se abre un espacio para enlazar las propuestas de los artistas con el público y se abre también un foro donde estos creadores encuentran un espacio para el fortalecimiento de un diálogo y para el intercambio de ideas, de propuesta y de manifestaciones que dejan ver la condición del arte contemporáneo. Un diálogo que se extiende con la permanente participación de artistas internacionales que presenten su trabajo individualmente, en muestras colectivas o a través de la impartición de cursos y talleres.
Fotografía tomada por: Ana Joselin Cano Segoviano
Lugar: Ex Teresa Arte Actual
Fecha: 18 de Marzo del 2017
Dimensiones: 3264 x 2448 píxeles
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